EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
¡LA ‘INCHE CERCA NO ERA ELÉCTRICA!
Por Ramón Durón Ruiz
E
|
nrique Ernesto
con meridiano saber afirma: “Cuando llueve comparto mi paraguas, si no tengo
paraguas…comparto la lluvia”
La presente
semana la madre naturaleza ha decidido compartir la lluvia de una manera inédita
y con un embate simultaneo en 29 estados; en el pacífico con la tormenta
tropical “Manuel”, en el golfo de México con el huracán “Ingrid.”
Los
especialistas afirman que en el último medio siglo, es inédito que dos fenómenos
meteorológicos de tales proporciones, impacten al país simultáneamente por el
golfo de México y por el océano Pacífico.
La fuerza
imponente de “Manuel” e “Ingrid” de inmediato puso en movimiento a las
autoridades de protección civil de los tres órdenes de gobierno, debido a que
se convirtieron en una seria amenaza en varias regiones del país, generando un
estado de emergencia.
No se hicieron
esperar los graves detrimentos: los derrumbes, los puentes caídos, miles de
damnificados, graves inundaciones, caminos y viviendas destruidas, aeropuertos,
carreteras y autopistas cerradas, ciudades incomunicadas, suspensión en los
servicios de agua potable, teléfonos, energía eléctrica y las lamentables
pérdidas de vidas humanas por las intensas lluvias.
Pero en el claro
oscuro de la vida, la moneda tiene otra cara. Después de una prolongada sequía,
que afectó gravemente a más del cuarenta por ciento del territorio nacional,
por una escasa precipitación de agua, menor a la del año pasado, con presas con
niveles bajos, esta temporada de lluvia, a pesar de la gravedad del impacto, por una parte ha traído un panorama alentador,
pues aminora la sequía que afectó a la producción agrícola, obligando a las
autoridades autorizar la importación de alimentos.
La lluvia habrá
de ayudar en la recuperación de la capacidad productiva de las entidades del
país afectadas por la peligrosa sequía registrada en los últimos años. La
sequía era de tal magnitud que las vacas estaban dando la leche en polvo y con
estas lluvias se ahogaron miles de ranas.
Por otra parte,
la tormenta tropical “Manuel” y el huracán “Ingrid” dejan una profunda lección,
que“la fuerza de la naturaleza nos acerca a la solidaridad”,pues desde el Presidente Peña Nieto, pasando por Gobernadores,AlcaldesMunicipales,
Protección civil, Cruz Roja mexicana, Comisión de Derechos Humanos, las Fuerzas
Armadas, trabajadores de servicios públicos, ciudadanos en general, como uno sólo
han salido a dar la mano a quienes requieren de ayuda, en estos momentos de
emergencia.
Los campesinos
llaman a estas fuertes lluvias “temporales”
y “Las cosas en la vida son temporales; si van bien disfrútalas, porque
no son para siempre. Si van mal, tampoco te preocupes, porque no pueden durar
demasiado.”
Resulta que en
pleno huracán una pareja celebra en Güémez, su 60 aniversario de bodas con una
cena en un modesto restaurante. El viejecito románticamente le dice a su
esposa:
— ¡Viejita! ¿te acuerdas de la primera
vez que hicimos el amor, hace sesenta años? en la parte trasera de este
restaurante, ¿Te acuerdas como nos apoyamos en la cerca de atrás?
—Recuerdo perfectamente bien –Respondió
la viejecita.
— ¿No te gustaría repetirlo ahora?
— ¡Jajajajajaja! Como siempre eres
un viejo cachondo... ¡me encanta la idea!
Un policía de
caminos, que estaba sentado junto a la pareja escuchó la conversación, se dice
a sí mismo... ¡¡no me puedo perder semejante espectáculo!!,tengo que ver a
estos viejecitos haciendo el amor contra la cerca. Los ve salir y caminando,
apoyados en sendos bastones, hasta la parte trasera del restaurante.
Llegan a la
malla, la viejecita se levanta la falda, el viejito se baja los pantalones...
se recargan en la cerca y comienzan a hacer los movimientos eróticos y sexuales
más estrepitosos y atronadores que el policía haya visto en su vida. Se
contorsionan de un lado para otro,decenas de veces, ella llora, él grita y la
abraza con fuerza. Finalmente caen agotados al suelo y después de unos minutos
ambos se recuperan, se levantan, recogen la ropa dispersa y se visten. El
policía confuso, se arma de valor, se acerca a la pareja y les pregunta:
— ¡Ustedes deben haber tenido una
vida sexual fantástica!, ¿Cuál es el secreto para tener ese maravilloso acto
sexual?
El viejecito
temblando responde:
— Es que hace 60 años no estaba
lloviendo y…¡la ‘inche cerca no era eléctrica!
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