¿Reforma, miscelánea o engendro?
La angustia que le provoca a una madre al llegar la hora
de la comida y solo tener algunas tortillas con frijoles para alimentar a su
familia, o la que padece el padre que no encuentra trabajo por semanas y no
cuenta con los medios para sostener a sus hijos, o la desesperación de tener a
un ser querido enfermo y no encontrar respuesta en ningún centro médico, o la
rabia con la que crecen los niños contra una sociedad que los arrincona en una
alcantarilla o los obliga a ser explotados en algún trabajo insalubre por un
patrón abusivo.
El obligar a una menor a prostituirse por hambre o
pobreza y perder la juventud sin ninguna esperanza de un futuro mejor es el
diario vivir de 52 millones de pobres en el país , en tanto otros muchos con
desesperación ven día a día como les resta su ingreso su poder adquisitivo,
trabajando de sol a sol para pagar una deuda hipotecaria, para poder enviar a
sus hijos a una escuela privada ya que las públicas no aseguran una educación
de calidad, ahorrando todo el año para sus vacaciones de invierno y sus regalos
familiares, endeudándose en donde pueden.
Pocos, pero muy públicos, son los que derrochan de todo,
se pueden dar cualquier lujo, viven sin importarles la pobreza de sus semejantes,
regularmente viven a expensas del erario público, de los impuestos que pagamos
quienes trabajamos y nos esforzamos todos los días.
Estos dos Mèxicos, estos dos países en uno, estas dos
realidades no cambiarán con el presupuestos de ingresos que presentó el
presidente Peña Nieto pomposamente la semana pasada, rodeado en la mesa de
honor solo por diputados , presidentes de partidos políticos , senadores y
funcionarios públicos que solo viven y saben vivir del presupuesto público, que
no saben producir un solo peso, que no saben lo que es trabajar , que su
habilidad estriba es saber medrar del presupuesto a través de chapulinear de
una cámara a otra ,de un puesto público a otro.
Esta Reforma como la dio a conocer el primer priista
del país, mal justificada por el
vicepresidente Videgaray, adolece de los principios tributarios de proporcionalidad,
de ser equitativos y justos y que den certidumbre, así que la brecha entre
quienes tienen todo y quienes tienen que soportar el llanto de un hijo en la
noche por hambre se hará más grande.
Peor aún , una política asistencialista nos llevará a
la quiebra como nación, el PRI es especialista en ello, los costos por el
seguro universal de salud, el retiro universal y el apoyo a los desempleados le
costará al país no menos de 650 mil
millones de pesos , casi el 15 % del presupuesto.
Grecia, Portugal, pero sobre todo España son una mal
experiencia en ello, por tratar de crecer sus beneficios sociales, precisamente
los de salud, retiro y desempleo, mas el déficit hipotecario, fue lo que los
tiene contra la pared, es lo que dio como consecuencia un 26 % de desempleo, es
lo que ha hecho que más de uno se suicide por no perder su casa, es lo que
tiene a miles en las filas de comedores asistenciales para pobres.
España no pudo con los altos costos que ello implicó,
a pesar de contar con una economía más estructurada,
con políticos más expuestos, con mucha menos corrupción y mucha más
transparencia.
Que nos hace pensar que México puede con esos tres
rubros, desde luego deseables, pero muy onerosos, en donde los que trabajan y contribuyen,
que solo son la séptima parte de la población, puedan y tengan que mantener a
la informalidad que es hoy mayor, a quienes no trabajan, a NINIS, a adultos mayores
que nunca contribuyeron e insertos en un sistema de salud corrupto e
ineficiente.
Que le hace pensar a Peña Nieto, a su gabinete
económico y al PRI que el país puede con ello. Es una carga que abrumara a
quienes contribuyen y seguramente nos pasará lo mismo que en España, a
diferencia que ellos no pueden devaluar su moneda ya que es el Euro y los
rescató la Comunidad Europea inyectándoles fuertes cantidades de dinero.
¿A nosotros quien nos rescatará? Ni el “Chapulín
Colorado”.
Los legisladores tendrán que aprobar este intento de
Reforma, que más parece una miscelánea y que esperemos ellos no la conviertan
en un engendro, lo que sí es seguro es que atenta contra una débil clase media.
Entre tanto, se reconfirma que el PRI es el mismo
partido populista que antaño, que solo quieren más dinero porque el actual ya
no les alcanza para repartirlo entre todos los nuevos priistas que se sumaron
en doce años fuera del poder.
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