EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
!!TIZNE A SU MÁUSER SI ME ASESORA¡¡
Por Ramón Durón Ruiz
P
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ara el viejo Filósofo
no hay en esta existencia tema grande o pequeño, serio o risible, académico o
superficial, que no pueda ser enriquecido y engalanado por elencantamiento de
una sonrisa, eso hace que la gente que llega a tu vida… se vaya mejor que como
llegó.
El poder del
humor te conecta con la magia del universo perfecto. Hoy te presento la segunda
parte del Origen del término asesor.
Resulta que el
Filósofo de Güémez se encontraba cuidando sus chivas en el monte, descansando
tranquilamente bajo la sombra de un mezquite, de repente su tranquilidad provinciana se ve interrumpida por la llegada
de un lujoso carro, del que salía el sonido musical más fuerte que hubiese
escuchado.
Los ojos del
viejo Filósofo no terminaban de salir de su asombro con la belleza del automóvil y la fidelidad del
sonido, cuando del mismo desciende un caballero -su pelo ya pintaba algunas
canas- elegantemente vestido; pantalón y camisa fina, zapatos bien boleados,
cinturón de marca, bien peinado y rasurado; se dirigió al Filósofo:
— ¡Buenos días!, ¿qué haces mi
amigo?
—¡Po’s aquí pastoreando mis
chivitas!
—Me gustaría jugarte una apuesta–dijo
el desconocido–, al mismo tiempo que encendía su cigarrillo.
—Yo no juego apuestas mi señor
–respondió el filósofo.
—Mira se trata
de esto, si en menos de cinco minutos te digo cuantas chivas tienes…¡Me
llevo una! Si no adivino te doy cinco mil pesos.
—!Ah
chingaos, chingaos, chingaos! –expresóel Filósofo, al mismo tiempo que se
levantaba su viejo sombrero para rascarse el pelo entre cano- ¡está bien!.
El visitante
bajó de la cajuela del carro su computadora, poniéndose inmediatamente a
trabajar con su GPS.
No habían
transcurrido los cinco minutos cuando con un aire de soberbia le dijo:
—¡Tienes 365 chivas!
—¡Ah cabrón! –dijo sorprendido el
Filósofo– si efectivamente esas son las chivas que tengo ¿po’s cómo le hizo?
—Muy fácil, conecté mi computadora
con el satélite, puse las coordenadas en donde nos encontramos y el satélite me
dio rápidamente el conteo de sus chivas… ¡así de fácil!
Así que me voy a
llevar mi chiva, y tomándola con su mano derecha se la colocó bajo el brazo,
dirigiéndose con aire de triunfo y en forma arrogante a su carro.
— ¡Oiga pereme tantito!, no se vaya
dijo el Filósofo.
—Ya te gané la apuesta, te vas a
rajar –dijo en tono sarcástico el visitante.
—¡No claro que no! solo que si yo
adivino de dónde eres y en que trabajas,
me regresas el animal.
—¡Ya estás mi viejo!
—Tú eres argentino y eres asesor.
—¡Aaahhhhhh caray! ¿y cómo lo
supiste?
—Muy sencillo, en primer
lugar eres bien mamón, en segundo te
metiste onde nadie te llamó, tercero todo lo quieres resolver con la
computadora, cuarto dices puras pendejadas y quinto… ¡te estas llevando el
perro‘abrón!
En lo que
respecta a las anécdotas hay una que le sucedió al Gobernador de Coahuila Don Oscar
Flores Tapia, con un compadre que
neciamente le insistía en incorporarse a la nómina gubernamental, fue tanta la
insistencia de este, que vencido por el cansancio el gobernador le llamo
diciéndole:
—Compadre aquí tiene su
nombramiento… va a ser mi asesor. El compadre lleno de alegría salió más rápido
que inmediatamente a la tesorería a conocer la cuántica de sus emolumentos,
cuando fue parado en seco por Don Oscar quien con esa sabia picardía que poseía
le dijo:
—Perece compadre, nomás déjeme
decirle una cosa…!!Tizne a su máuser
si me asesora¡¡
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