EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
¡estoy hablÁndole a
tu Mamá!
Por Ramón Durón Ruiz
C
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uenta el prestigiado abogado y periodista Jacobo
Zabludovsky Kraveski, que “Cierto día que comía en un restaurant en Europa, de
pronto entró el genio de la pintura, escultura y arte español, máximo
representante del surrealismo: Salvador Dalí, al que en varias ocasiones había
entrevistado y con quién había fraguado una cordial relación, desde su mesa
emocionado le llamó en voz alta:
—¡DALÍ! –Como este no hizo el más mínimo mutis– volvió
a espetarle: —¡¡DALÍ!! –tampoco hubo respuesta, entonces
voz en cuello le dijo: —¡¡¡DIVINO DALÍ!!!
El artista como impulsado por un resorte volteó su vista e inmediatamente al
verlo, afectuosamente le dijo en voz alta: —¡JACOBO! ¿Cómo estás?
La moraleja es muy sencilla, en la vida
cada uno de nosotros tenemos un punto, una palabra, un hecho que nos mueve el
tapete. Al viejo Filósofo le mueve el tapete dedicarse a dar talleres
motivacionales y cursos
de trabajo en equipo, a dictar conferencias y obviamente a escribir.
En este tema después de tomar la decisión de agradecer
a la Lic. Rosario Robles, Secretaria de SEDESOL y al Director General de
LICONSA, Héctor Pablo Ramirez Puga, el espacio que generosamente me brindaron
para colaborar como gerente de LICONSA en el hermoso estado Veracruz, decidí
dedicarme de tiempo completo a lo mío: ESCRIBIR y a partir de hoy, con la ayuda
de mi Padre Dios, pongo a su disposición mi nuevo libro: VIDA Y TRASCENDENCIA EN UN PUEBLO MÁGICO, Ceremonias fúnebres que
honran la vida.
El texto en mención lo publico contando con el apoyo
del Presidente Municipal de Tula, Tamaulipas, QFB René Lara Cisneros y de mi
amigo Salvador Piña, prologado por mi Maestro el prestigiado Hipnoterapeuta Dr.
Marco Antonio Polo Scott quien asevera: “Siempre
estamos en tránsito de muerte”. Sócrates
afirmó: “Vida que no reflexiona, no vale la pena ser vivida”, en la obra
reflexiono basado en los estudios académicos sobre la vida y la muerte, esta como
punto de quiebre, harto difícil comunicar.
El ceremonial en torno a la muerte tiene 4 etapas
sucesivas y sincrónicas: “1.- La solidaridad de la comunidad. 2.- El saludo de la
familia y los amigos de los deudos. 3.-La celebración de los rituales, como
crónica simbólica básica y 4.-El último adiós al difunto,” a la que con la suma
de mitos, ritos tanatoantropológicos, símbolos y sincretismo religioso, los
cristianos ponen al muerto en manos de Dios.
Las rezanderas y los que ayudan a bien morir, expulsan
la desolación que provoca la muerte, con la magia de la tradición oral
trasmitida boca-oído, ayudan a sentir la solidaridad, atenúan el dolor de la
familia, porque hace colectiva la presencia de la muerte y ayudan a sentir que
se maneja bien el camino hacia el Padre.
La tanatoantropología, sirve para analizar los ritos y
los mitos, el simbolismo y sincretismo religioso desde la complejidad y visión
cosmogónica de cada pueblo, apoyado en su rico sistema de credos, para enfrentarse
al misterio de la muerte.
Los ritos, mitos, simbolismos y el sincretismo religioso, en conjunto le dan sentido a la vida
y ayudan a procesar el duelo,
hacen que la experiencia no se racionalice: ¡se viva!, contactan con la muerte,
enfrentan la emoción, no la evitan, atenúan lo insufrible que representa la partida y hacen que pase a
ser parte de la vida.
El simbolismo entorno a la muerte, es la suma de
imágenes e ideas abstractas, que llenas de alegoría proveen un significado, con
una fuerza tan poderosa, tan efectiva como afectiva, por que se ritualiza a la
muerte…para superarla. Trasladan a los dolientes de la casa de la enfermedad… a
la casa de la salud.
En el velorio las mujeres rezan, los cantadores
entonan las alabanzas, trabajan por restituir lo perdido, es una manera sabia de
aceptar como condición innegable la presencia de la muerte, se ofrece comida y
bebida, porque es una fiesta en la que se despide al ser querido, para que
llegue con los suyos y sea bien recibido. Afuera los hombres beben, fuman,
charlan y ríen, porque la risa tiene una conexión directa con el subconsciente.
Aunque detrás del humor hay una motivación instintiva de duelo y melancolía, es una manera sencilla de desdramatizar lo
que no se puede negar… ¡La Muerte!
El libro está a su disposición en mi correo
o en los tel.: (01834) 31 44631 en el cel. 834 1188679. En el texto se recreará
usted con una rica tradición oral de un “Pueblo Mágico”, acompañada del
respectivo estudio académico.
A propósito dos jóvenes pintan el
techo de la iglesia cuando ven entrar a una viejecita, ésta se arrodilla en al
altar para hacer oración. Al rato, uno de los jóvenes, sabiendo que su cercanía
a la cúpula daría reverberación a su voz, dijo: —¡Mujer, soy
Jesús hablándote!
Como nada sucedió,
continuó: —¡Mujer, soy
Jesús!
La viejecita vuelve
su vista al altar y dice:
—Por favor, guarda
silencio… ¡estoy hablándole a tu Mamá!
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