BIOGRAFIA DE DON NORBERTO TREVIÑO ZAPATA
(Tomado del Libro Vida y Obra de Norberto Treviño Zapata del autor
Enrique López Sanavia)
Hechos singulares de su ascendencia, tenemos que su
padre estudió en Guadalajara, Jalisco, lugar donde contrajo nupcias,
procreando a sus hijos de nombres Ana
María, Rafael, Norberto y Jorge. Al concluir sus estudios, obtuvo el titulo profesional de médico, lo ejerce
por dos años en los Altos de Jalisco para posteriormente retornar a Matamoros,
Tamaulipas, donde continúa con el ejercicio libre de su profesión; más tarde, por definición
política se incorpora a las fuerzas constitucionalistas del General Lucio Blanco, obteniendo el grado de Coronel
como médico militar, anexándose así a las fuerzas armadas del Varón de Cuatro
Ciénegas, Coahuila Don Venustiano Carranza. Al concluir la
etapa revolucionaria de lucha nacional, continúa como médico asistencial de los
trabajadores ferrocarrileros, estableciendo su farmacia “El Águila” que estaba
ubicada muy cerca de la Catedral. En la
década de los cuarenta, derivado de su asidua participación revolucionaria, fue
merecedor de la condecoración “Al Mérito Revolucionario”.
Con ese antecedente familiar, es de destacar el motivo
por el que Norberto Treviño Zapata, se
inclinara por la medicina y realizara
sus estudios profesionales en la
facultad de medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México,
demostrando su interés profesional, donde incluso gracias a su ímpetu de
dirección, alcanza el cargo de presidente
de la sociedad de alumnos de dicha facultad, al conmemorarse el centenario de
su fundación universitaria. Obtiene el título
de médico y gastroenterólogo en
enero de 1935, desempeña algunos cargos administrativos e imparte cátedra en
ese propio año como Profesor Ayudante Honorario, además ingresa al Hospital General de México. Dedica tiempo completo, tanto a la asistencia social como a la
docencia al ser designado maestro universitario de clínica de gastroenterología
e investigación. Logra obtener en
1937, la categoría de médico de
planta mediante el sistema de oposición,
en el Hospital General de México.
El ejercicio en la función pública consolidó su perfil
de hombre de bien. Cargos públicos ocupados, figuran el de Jefe del Departamento de Estudio y
Planeación de Obras Asistenciales, creado dentro del Plan de Hospitales en el
País, dependiente de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, durante el
período 1940 a
1946, donde prácticamente nace la nueva técnica y
modernidad hospitalaria y de salubridad
en México, coordinando de manera responsable los trabajos de los Hospitales
Generales Centrales de Guadalajara, Jalisco
y de San Luis Potosí, S. L. P., además de los Hospitales Generales Regionales
de Ciudad Juárez, Chihuahua; Ciudad Obregón, Sonora; Tampico, Tamaulipas;
Veracruz, Veracruz; Santiago Ixcuintla, Nayarit; y Tlanepantla, Estado de
México. Sumado a ello, se encargó del Hospital Rural de Ometepec,
Guerrero, los Hospitales Ejidales de la Laguna , en Torreón,
Coahuila y el de los Mochis, Sinaloa.
Por otra parte, se
le otorga en el lapso comprendido de 1946 a 1952, el cargo
de Director de Higiene Escolar de la
Secretaria de Educación Pública, donde no solo cumple con una función más, sino
que desde esa posición realizó positivas actividades de prevención de la salud
de los niños y sus familias, siempre en coordinación con los maestros de las
escuelas, como también de la cooperación
de padres y madres de familia.
Al contraer nupcias con la señora Conchita García
Manzo, procrea cuatro hijos de nombre
Norberto, Rosa María, Martha Beatriz y
María Teresa, integrando así una
sólida y feliz familia. Por azares del destino,
el día 4 de mayo de 1961, fallece
su hija Teresita. Por su actividad deportista a nivel nacional y centroamericano,
estudiante e hija ejemplar, se le rinde Homenaje y Memoria de una gran atleta y ejemplo para la Juventud , brindándole un reconocimiento perenne, razón por la que
se devela una placa de bronce en el
Estadio Marte R. Gómez de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Ahí se conserva el
testimonio solidario de los tamaulipecos.
Durante el ejercicio de su profesión, alcanza prestigio
médico en el círculo social donde se desenvolvía, teniendo
la posibilidad de atender a
distinguidas personalidades políticas como fueron los señores Ángel Carvajal y
Adolfo Ruiz Cortines, cuando era Secretario de Gobernación Producto de esa atención médica y de la amistad cosechada
por los años con éste último político nacional, al asumir el alto cargo de
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, marca un rumbo nuevo para Norberto Treviño
Zapata. En la toma de posesión del cargo
de gobernador de Tamaulipas el licenciado Horacio Terán, don Adolfo Ruiz
Cortines con la representación
presidencial acude acompañado del doctor Treviño Zapata, circunstancia por la
que ello dio pauta para que iniciara su carrera política por el apoyo del
futuro Presidente de México, razón por
la que es nominado como candidato a diputado federal por el distrito electoral
de Matamoros, Tamaulipas, logrando
obtener el triunfo electoral por el voto ciudadano y ascender de esa forma a la Cuadragésima Segunda
Legislatura, dentro del período comprendido de 1952 a 1955, sitial donde también logra que se le
encomiende la Presidencia
de la Gran Comisión
de la Cámara
de Diputados. No es un diputado del montón. Entre sus logros, están los programas de educación
para la salud en todos los niveles; reabre el 1 de agosto de 1955 la Biblioteca del
Congreso, logrando con trabajo tesonero poner al día la edición del Diario de
los Debates, que estaba incompleto a partir del año de 1936.
Lo más trascendente de su actuación legislativa, fue el
haber pugnado por la aprobación y promulgación en 1953, del Decreto
gubernamental relativo al otorgamiento
de los derechos políticos a la mujer
mexicana. Por ese hecho trascendental e histórico, finalmente, a la mujer mexicana le es
reconocido en el ámbito político
electoral, su inalienable derecho para participar activamente en la vida
nacional.
En el periodo comprendido de 1957 a 1963, fue Gobernador
de Tamaulipas, destacando en su quehacer público, toda una infinidad de
proyectos y realizaciones, sobre todo porque la entidad se encontraba en los
mejores momentos de su vida económica ante el auge algodonero. Matamoros fuel
principal centro algodonero, circunstancia por la cual el muralista Vicente
García estampó en mosaico de granito que
está en la entrada de la presidencia municipal de ese lugar a un sonriente
Adolfo Ruiz Cortines acompañado de Treviño Zapata, observando a los campesinos
levantando la cosecha de algodón y teniendo como marco la infraestructura
hidráulica, un equipo agrícola mecanizado y una industria algodonera, mural que
fue develado en la inauguración del edificio de la presidencia municipal en el
año de 1957, donde consta que fue construido por don Augusto Cárdenas
Montemayor con el apoyo de Treviño
Zapata.
Las obras de este gobernante fueron múltiples, como la
fundación de la Facultad
de Veterinaria y Zootecnia y la
Escuela de Trabajo y Previsión Social de una Universidad que se crea un día antes de su
mandato; una extensa y moderna red carretera e incontables caminos vecinales;
fomento e incremento al deporte y rondas infantiles; establecimiento de las
ferias y exposiciones regionales; construcción y reconstrucción de escuelas;
instalación de museos; creación del conjunto típico tamaulipeco; creación del
Ateneo de Tamaulipas y demás centros de arte; la difusión radiofónica mediante la Hora de Tamaulipas; el
incremento de obras de riego, agua potable y alcantarillada; obras diversas de
electrificación, hospitales y centros de salud urbano y rurales; impulsar el
fomento agrícola y ganadero; crear la
primera unidad de vivienda popular en Ciudad Victoria, la primera clínica del
IMSS en Tamaulipas; la municipalización libre de Río Bravo; inaugurar 732 escuelas en el Estado durante su régimen
gubernamental. En el campo legislativo,
sobresale la expedición del Código Civil y del Código de Procedimientos
Civiles, que a la fecha subsisten con sus respectivas reformas y
adiciones, así como la instauración de
otras legislaciones y reglamentaciones, reformas constitucionales, etc.
Una de su particular
peculiaridad personal, era la de presentarse a todos los eventos y actos
públicos, sin arma alguna, sin escolta o guardaespaldas, imponiendo con su
presencia el respeto, la concordia, la confianza y la amistad generosa; mayormente porque al
establecer el programa social que impedía el consumo de bebidas embriagantes en
los actos políticos a los que acudía,
cuyo propósito era que no se generara violencia y las familias tamaulipecas
gozaran de una amplia seguridad. Esta política, permitió que durante su
ejercicio de gobierno, se redujera el número de cervecerías, cantinas, cabaret y
giros mixtos, de un total de 5,759 pasó a la suma de 3681, resultando una
eficaz y eficiente medida de prevención de delitos y como un serio compromiso
social que lo convertía en rector de la
seguridad pública en la entidad.
En su gran obra carretera, destaca: la carretera
Ribereña de Reynosa a Nuevo Laredo, que vincula todo el norte fronterizo del
Estado de Tamaulipas y que fue considerada como la primera que existió en el
norte de la
República Mexicana ; la
carretera de Victoria a Tula que fue la “llave que comunica a Tamaulipas con el
interior de la República”; la carretera
de Reynosa a San Fernando, que debe verse como un singular y acertado vínculo
de comunicación; la Costera del Golfo de
Tampico a Matamoros, la de Victoria a Soto la Marina , la de Río Bravo a Valle Hermoso, la de
Valle Hermoso a entronque Matamoros-Victoria y
la de Sendero Nacional de Matamoros a Anáhuac. Deben sumarse también,
porque son medios inmediatos de comunicación regional, los innumerables caminos vecinales, que como
pequeñas carreteras o caminos interiores,
se pusieron en marcha con ayuda
de vecinos y autoridades municipales, estableciendo así la interacción social
entre las comunidades que carecían
de esa indispensable vía de servicio público.
Al concluir su período gubernamental y satisfecho de su
labor política, regresa a la capital del país para reincorporarse a su querido
Hospital General, ocupando el cargo de
Jefe de la Unidad
de Gastroenterología, posición ganada con antelación en concurso por oposición profesional. De esa forma, vuelve
así con su Institución, con sus enfermos
y también con sus alumnos en la facultad de Medicina de la UNAM. Cabe subrayar
como parte de su curriculum vitae, que por sus cualidades múltiples obtuvo la Presidencia de la Sociedad Médica
del Hospital General, la de Presidente
de la Asociación
Mexicana de Gastroenterología y la de miembro de la Academia Nacional
de Medicina.
En 1964, con motivo de una notoria injusticia cometida
contra los médicos internos y residentes del Hospital “20 de Noviembre” del
ISSSTE, Norberto Treviño Zapata, sin reserva alguna apoya al “Movimiento
Médico”, donde participa activamente,
pidiendo por el mejoramiento de sus derechos y prestaciones más elementales, luchando
fraternalmente por sus compañeros de
profesión hasta noviembre de 1965. Con
éste evento circunstancial, quedó demostrado su alto valor cívico y su deseo
inalterable de hacer respetar la dignidad médica por encima de intereses
individuales, razón por la que se le ubica en él más alto sitial de distinguido
luchador social.
Ese carácter de promotor y gestor social, debe apreciarse desde el momento
mismo en que resultó ser uno de los fundadores del Bloque Nacional de Médicos,
constituido en el año de 1951, el cual presidió durante muchos años, por
su arrojo, valía y participación en favor de
los derechos y garantías sociales de sus compañeros de profesión,
formula un trascendente llamado médico
que movió las fibras más sensibles de sus compañeros y del medio político de
ese entonces, quedando como constancia
de su férrea participación, al anunciar: “No es posible permanecer indiferentes
a las grandes urgencias de la vida pública. Tampoco es posible prescindir del
ejercicio de nuestros derechos ciudadanos. Ambos extremos nos conducen a la
negatividad y al ocio espiritual”
En su trayectoria como servidor público, se desempeña
en el cargo de Delegado Político en la Delegación Miguel
Hidalgo del Distrito Federal, Director del Instituto de Protección a la Infancia (INPI), y como
Diplomático, Embajador de México en
Italia.
Entre sus obras publicadas destacan la Monografía sobre Problemas de Salubridad en
Tamaulipas, Crónica del Movimiento Médico Nacional, y Hablemos de Tamaulipas,
editada ésta última en 1989 y reeditada en 1996. Participa además, en la
elaboración de los manuales “Vida y Salud para la Familia ”, expedido en 1951
y “El Niño y la Familia ”
en el año de 1972. Su cónyuge Doña Conchita
García Manzo, coadyuva en las tareas de
beneficio social, al estar al frente de la Asociación de
Asistencia Civil, dependiente del INPI,
realizando una extensa y
noble labor altruista en favor de la
niñez y de la familia tamaulipeca.
Un día jueves 13
de agosto del año de 1998, en la ciudad
de México, Norberto Treviño Zapata dejó de existir. Al morir, termina la viva acción de un gran
mexicano, ilustre e incansable
gobernante, modificador de la
estructura territorial de Tamaulipas, constructor del desarrollo de su
geografía y convocador de sus residentes mediante un procedimiento cívico: la conciencia de participación
voluntaria, esa que despierta y motiva la espontaneidad de la persona.
Es anecdotario precisar, que antes de morir, pidió a su familia, como una última
voluntad, que incineraran su cuerpo y colocaran sus cenizas en su creación
educativa: la Facultad
de Medicina Veterinaria de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Un deseo por amor a la medicina y cariño a la institución educativa que el
mismo impulsó y fortaleció. Se cumple su anhelo infinito el día 4 de diciembre
de 1998, llevándose a cabo una Solemne Ceremonia donde se devela una placa
conmemorativa junto al busto que se levanto en su honor, lugar éste donde
actualmente descansan sus restos, mismos “que en ninguna parte podrían estar
mejor” según manifestación expresa de su hijo Norberto Treviño García Manzo, al
recordar los conceptos finales de su padre e insigne tamaulipeco: “Mis restos mortales, ahí
estarán mejor que en ningún otro sitio”.
Empero la
historia cambia. Ahora, los restos físicos de Norberto Treviño Zapata,
por sus méritos y reconocimiento tamaulipeco, descansan en la Rotonda de los Hombres
Ilustres de Tamaulipas, en cambio sus restos espirituales descansan en la Facultad de Medicina
Veterinaria de la
Universidad Autónoma de Tamaulipas.
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