EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
¡…EL CANELO NO ME HA HECHO NADA!
Por Ramón Durón Ruiz
T
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odas las
historias nos dejan enseñanzas, la siguiente es extraordinaria: “El país entró
en guerra y miles de jóvenes fueron alistados en el ejército. Al poco tiempo
dos jóvenes amigos fueron hechos prisioneros, durante varios años estuvieron
encarcelados. Una vez concluida la guerra, fueron puestos en libertad. Cada uno
rehízo su vida, años después, se reunieron, uno le pregunta a su compañero:
—¿Ya olvidaste a nuestros celadores?
—No, jamás los he olvidado ni un sólo
día. Siempre los he llevado con abundante odio en mi corazón, jamás he dejado de
odiarles. ¿Y tú?
—Yo, en el instante en que salimos
en libertad, olvidé todas las penas y dolores de la prisión. Querido amigo,
mientras yo llevo años gozando mi libertad,tú llevas años siguiendo encarcelado”.
La lección es
profunda, el odio te encadena en la cárcel del resentimiento, le quita el
sentido humano a tu existencia, altera el metabolismo de tu sistema
inmunológico generando el estrés, cancelando tu evolución y madurez emocional.
La ley infalible
de la vida es que el odio, el rencor y el resentimiento cancelan tu vuelo hacia
el infinito, porque generan rabia y amargura ante la vida, que a la vez atraen
una sensación desagradable de enfado y mal carácter.
El odio
innecesariamente te transforman en un ser agresivo, es un ladrón de tu paz
interior, de la buenas relaciones con los demás, la mejor manera de vencer el
odio es através del poder del amor.
El perdón en sí
mismo es una manifestación profunda de amor que te lleva a recuperar la paz del
alma, a conciliarte con el universo, a entender la transitoriedad de la vida,
hace de ti un ser espectacular que te abre a la afectividad, a la alegría y a
andar siempre de buenas.
Andar siempre de
buenas, genera una excelente vibra a tu vida, una sensación agradable que
concibe pensamientos positivos, que te conducen a un vaciamiento emocional que
saca odios, rencores y resentimientos, te da claridad mental y una generosa
auto aceptación.
El perdón es una
raíz saludable que propicia el entendimiento preciso de la vida, trae aparejado
andar siempre de buenas, y esto a la vez, ayuda a que tengas una visión mental
clara, que por una parte te aleja del egocentrismo y por otra te genera calma y
una profunda paz interior.
Quien vive en
torno al proyecto del odio, es emocionalmente frágil, cualquier viento hace que
arrié sus velas, todo comentario lo siente en su contra, su ego esta
exageradamente elevado, pierde energía fácilmente, vive con mucho barniz…pero
con escaza raíz.
Por el contrario
quien anda de buenas, entiende que “la vida es un milagro para vivir…no para
sobrevivir”, está lleno de energía positiva, es altamente constructivo y
creador, disfruta del sentido de la virtud, hace a un lado el tener para
disfrutar el ser, busca lo esencial sobre lo trivial.
Por la mañana,
antes de salir a trabajar un pela’o había sostenido una agria discusión con su
vieja, en la noche llega a casa, obviamente no hay cena y su mujer ya está en
la cama haciéndose que duerme, él se desviste e inmediatamente se mete al
lecho.
Levanta la
sábana y observa el cuerpo de su vieja, que le ha dado la espalda, al mismo tiempo siente que la hormona del placer recorre
como fuego ardiente toda su frágil corporalidad y sin querer tiene una
erección.
Inmediatamente con
su diestra detiene el instrumento masculino con la mano y dice:
—¡Quieto, Canelo, que mi vieja
está todavía encabronada!
A lo que ella
inmediatamente se voltea y contesta:
—¡Hey,hey…!Estoy encabronada
contigo, ¡Pero el Canelo no me ha hecho nada!
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